De tamaño bastante grande (mide más de 70 cm. de alzada a la cruz), este perro de origen portugués es un óptimo guardián ya que custodia tanto la finca como la casa con energía y obstinación. Es un animal bastante duro, amante de la libertad y que necesita de amplios espacios para mejor desarrollar su estructura fuerte y potente. Por lo tanto, se adapta mal a vivir en la casa o en recintos pequeños y estrechos: si se le obliga excesivamente, puede empeorar su carácter volviéndose muy desconfiado y receloso.